Señor las tristezas no se hicieron para
las bestias, sino para los hombres; pero
si los hombres las sienten demasiado, se
vuelven bestias.
Miguel de Cervantes |
|
La tristeza, aunque esté siempre
justificada, muchas veces sólo es
pereza. Nada necesita menos esfuerzo que
estar triste. Séneca |
|